martes, 31 de mayo de 2016

poema El atleta


ATLETA

Quiero romper
mis propias marcas.
Alcanzar niveles superiores.
Dejar atrás la pereza
 y la inconsciencia
para abordar mi espíritu desde la bondad.
Ver al otro sin la burla
propiciada por el triunfo
cuando la codicia o la ambición
traen su rostro.
Tampoco reír ante la derrota del enemigo
cuando el corazón anhele venganza
o pretenda substituir la debilidad
por la ironía de la soberbia.
Deseo derrotar todos los records
al inyectarle mi fuerza al trabajo diario,
venciendo obstáculos y reveses
para conquistar la hazaña
que pide de mí
labor de limpieza de sentimientos bajos
y la musculatura de la exigencia.
Lograré superar todas las dificultades
una vez templadas las cuerdas interiores
de la sutileza,
de lo espiritual
y de un cuerpo pronto a la entrega
con vuelos de marca mayor.
Seré mi propio atleta
 sin detenerme en la disciplina del otro.
Sólo la mía me incumbe
para esforzar la sabiduría
que habita mi corazón.
Pulsión extraordinaria del perfil
 de un deportista en su gloria
 puesta en la preséa
que prevalece  ante el dominio del yo crecido
ante cualquier viento en contra
o el paso lerdo.
Sabe vencer sombras para resaltar la luz
 en la victoria de una energía
que se quiere bien lucida
bajo un sol que le abre camino
la huella cierta de una evolución personal.
Trofeo de un hacedor de proezas.

Dueño del atletismo a la manera
de un yo universal.

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